Brindis por el día del amigo

Amigos, feliz día!!
lo digo tardío a la fecha
pero en el mismo espacio
en el que queremos
de una forma u otra estar
en el ahora, tiempo del corazón
en el de la luz que asoma para expandirse
por cada grieta de nuestro cerebro, de nuestro cuerpo.
Amigos! aunque a veces cueste decirlo.
Hermanos, compañeros de viaje, mi otro yo.
Cuánto daño me he hecho al juzgarte!
Como me he juzgado a mi mismo.
Me gusta más la palabra hermano
mientras me hago amigo de mi hermano de sangre.
Hoy les escribo para saludarlos y devolver saludos.
Y cuando más aprehendo a verme cuando los veo
más enmudezco de magia de existir, de hacer, de andar.
En estos tiempos estoy un poco más melancólico de lo normal
Más enojado que nunca…pero ya sin estar enojado por eso.
Es que mi enojo reclama partes mías que han quedado relegadas
entre el miedo, la vergüenza y la negación.
Siempre extendiendo las manos atinando a quitar los velos
porque el corazón siempre extiende las manos.
No quedó el tiempo para la insinuación,
ni para la ironía, ni el silencio inoportuno.
Y si bien aun no ha cesado el conflicto
la verdad es un faro permanente en la dualidad.
Entonces:
¡Que se instale el síntoma de la intuición
en la comisura de nuestros labios!
¡Que nuestros ojos se enciendan con el fuego real!
¡Que nuestras células vivan la fiesta sagrada de la creación!
¡Que no haya ticket para el afecto!
¡Que los prejuicios se sequen y revitalicen nuestro psiquismo!
¡Que en cada rostro, incluyendo los animales,
desaparezca todo rastro de inhumanidad!
¡Qué brindes de verdad, y tu brindis empiece por vos
y no lleve fronteras ni desconfianza.
¡Que venga lo que hace tiempo esperamos!
El carnaval universal cuando el mundo
despierte definitivamente! !!

Que así sea, así es, así será.

Hugo Omar